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FINAL DE LA FERIA: ¿QUE VA A PASAR EN TRIBUNALES CON LAS QUIEBRAS?

"Cuando se levante la feria, habrá una catarata de concursos y quiebras", vaticinaron analistas y empresarios durante la cuarentena. Sin embargo, el panorama podría ser otro cuando, este lunes, Tribunales vuelva a funcionar. Al menos, en lo que a grandes y medianas empresas se refiere.

Según los principales abogados corporativos especializados en asuntos concursales, se está trabajando más en acuerdos preventivos extrajudiciales (APE) que en presentaciones de concursos y quiebras.
El APE es un instrumento introducido en la Ley de Quiebras después de la crisis de 2001, que habilita a un deudor a reestructurar sus deudas, siempre y cuando, alcance conformidad de dos tercios del capital y el 50% más 1 de los acreedores. El convenio, además, debe ser refrendado por un juez.
"Cambió mucho el panorama de lo que se veía en mayo y junio. Por supuesto, que es posible que se presenten muchas carátulas porque la Justicia estuvo parada cuatro meses. Pero no será el aluvión que se esperaba hace un mes", dice Diego Fargosi, socio del estudio Fargosi Abogados. 
En el medio, agrega, las empresas empezaron a pensar dos veces la conveniencia de recurrir a la protección judicial. Sobre todo, si se tiene en cuenta que cerca del 30% de las deudas de las empresas es con la AFIP y se espera que, en los próximos días, se apruebe una moratoria.
 
Un caso que ejemplifica a la perfección esta situación es el de la aérea Flyest. El 10 de junio, la empresa había solicitado entrar en concurso. Pero, hace dos semanas, la propia compañía desistió del pedido y comenzó una negociación directa con los acreedores.
Una de las ventajas que tiene evitar recurrir a la Justicia es que la compañía no pierde la libertad de disponer de sus activos. Eso le otorga mayor margen de maniobra a la hora de decidir cómo saldará sus deudas.

PALABRA DE ESPECIALISTA

"Tenemos muchas consultas de una gran cantidad de empresas que están con problemas operativos y de deuda. Pero la mayoría está tratando de armar reestructuraciones privadas y negociaciones", aporta Miguel Montemerlo, socio de Alegría, Buey Fernández, Fissore & Montemerlo, uno de los estudios corporativos referentes en la materia. Destaca que todos (deudores y acreedores) están esperando que se dicte una legislación de emergencia ayude a paliar la situación de las empresas.
En ese sentido, un posible decreto de necesidad y urgencia que frene los pedidos de quiebra por un plazo de entre 90 y 120 días les daría aire a las compañías. Además, sería un argumento extra para sentar a los acreedores a negociar, explican los especialistas.
"Así, el deudor que está en situación complicada va a esperar. Por otra parte, yo no le aconsejaría a nadie concursarse, sin saber bien qué legislación se aplicará. Todos entendemos que va a haber cambios", advierte Marcelo Gebhardt, socio de Aguirre Saravia y Gebhardt Abogados.
Julio Rivera, socio de Marval, O'Farrell & Mairal, destaca que, en un extremo, están las compañías grandes y algunas medianas, que tratarán de cerrar algún tipo de APE con sus acreedores. En el otro, están las pymes, los pequeños comerciantes e incluso algunas personas físicas, que difícilmente acudan a la Justicia.
"En estos últimos casos, lo más probable es que se haga una devolución del local y van a esperar que alguien les pida la quiebra. Pero no tomarán ninguna medida judicial. El pequeño comercio del Gran Buenos Aires no tiene nada para perder, ni activos que se puedan embargar", concluye el ex juez comercial.

 



Fuentes consultadas: 

  • EL CRONISTA